¿Por qué el ruido?

¿Qué es el ruido?

A un nivel básico, el sonido es vibraciones; cuando percibimos sonidos, percibimos olas acústicas transmitidas por un medio. En términos técnicos, un sonido llega a ser un ruido cuando excede algún límite, medido en decibeles. Los decibeles no miden el volumen, no obstante, un incremento de decibeles generalmente corresponde a un incremento en el volumen percibido. Sin embargo, en la vida diaria, la frecuencia, duración, y contexto de un sonido influye como un individuo o un grupo clasifica algunos sonidos como ruidos, y no otros. 

Cuando el sonido se mueve desde un espacio a otro, su sentido se transforma. Lo que era música puede llegar a ser ruido y viceversa. El ruido suele ser asociado con ideas de contaminación social y desorden. Una de las cosas que considero en mi tesis es la idea del ruido como algo producido por un “otro,” que viene desde afuera de uno mismo o de su comunidad, algo que amenaza a invadir o a contaminar.

El ruido también se usa para caracterizar varios tipos de sonido. Un ruido puede ser un sonido domestico, pero también el termino se usa para describir el sonido de la producción industrial, o el tráfico de vehículos y aviones. En el caso del ruido de trafico vehicular, ese se puede llamar “ruido ambiental” o contaminación acústica, un contaminante, creado por actividades humanas, considerada como una amenaza a la salud humana, y generalmente cuantificado en decibeles. La distinción entre un ruido como contaminación acústica, o una molestia, parece ser determinado por su reconocido potencial para impactar la salud; sin embargo, reconocer algunas formas de ruido como contaminantes requiere trabajo social y cultural.

Menciono esto para subrayar que el término ruido, como se usa generalmente, puede oscurecer las diferencias importantes en la calidad, escala, e impacto de distintas fuentes del sonido.

No obstante, el hecho de que el ruido puede significar múltiples cosas, y no es siempre claramente definido, lo hace un buen sujeto para estudios sociales.

¿Por qué estudiar el ruido?

El ruido merece atención académica porque tiene implicaciones para cuestiones centrales sobre qué significa compartir espacio y vivir en proximidad, y las maneras deseables y permitidas de convivir. Además, es importante estudiarlo como un problema de la salud pública y la justicia ambiental.

Hay evidencia que el ruido, o la contaminación acústica, puede impactar la audición y la salud, resultando en molestias e impactos en la salud, como el estrés, trastornos del sueno, y problemas cardíacos. Sin embargo, los impactos del ruido producido por actividades domésticas  y de ocio son menos estudiados que los impactos de la contaminación acústica del tráfico, aviones, y trenes. Esto puede ser porque esta primera clase de sonidos se conceptualicen como problemas en la calidad de vida, no como problemas ambientales o de la salud pública, no como contaminación. Esto no significa que esos tipos de ruido no tienen impactos para personas y comunidades. Además, estos tipos de conflictos de ruido en comunidades son importantes porque es probable que las zonas urbanas lleguen a ser más densas en los años que vienen (MacCutcheon 2021); en paralelo, el ruido, y los conflictos de ruido, probablemente van a incrementar.

Yo estudié el ruido en zonas que están en procesos de gentrificación, y en particular, las denuncias de ruido entregado por grupos de clase media. No obstante, si vemos el problema desde lejos y pensemos más en el ruido producido por el tráfico o por la industria, el ruido no es un problema de lujo: los impactos en la salud y la calidad de vida no se limitan a los grupos o países adinerados. De hecho, hay datos que sugieren que en los Estados Unidos los niveles de contaminación acústica son más altos en zonas que tienen poblaciones más grandes de gente afro-americana, hispana, o asiática que gente blanca (Casey et al. 2017). Unas preguntas importantes para los estudios del ruido, son ¿qué tipo de sonido está en cuestión? y ¿quién se queja por el ruido? 

Si se pretende manejar los problemas del ruido usando medidas inclusivas, los políticos y las comunidades pueden discutir y posiblemente cambiar las condiciones al fondo que generan los conflictos de ruido. Las ciudades contemporáneas se enfrentan varios retos, incluso escasez de la vivienda, infraestructura en decadencia, y los impactos del cambio climático, pero el ruido es un asunto que se puede y se debe considerar. Crear una ciudad menos ruidosa, particularmente con menos ruido de vehículos, puede ser alineado con importantes metas de sustentibilidad (Morillas et al. 2018). Lidiar con el sonido en ciudades puede ofrecer una oportunidad no solo para mejorar el ambiente sonoro, sino también para iniciar conversaciones necesarias sobre el diseño urbano, como se usan espacios compartidos, las relaciones entre residentes, y entre residentes y el gobierno.